Muchos problemas crónicos de salud de los perros y gatos actuales se deben, en parte, a la carga tóxica que traen consigo.
La ‘carga tóxica’ es la cantidad de sustancias biológicamente extrañas
y químicas que se acumulan en el cuerpo de un animal durante semanas, meses y
años. En muchos casos, mientras más pesada sea la carga, más enfermo estará el
animal.
El hígado y los riñones de tu mascota tienen la tarea de eliminar
las toxinas de su cuerpo, de la misma forma en que lo hacen estos órganos en el
tuyo. Cuando consideras el pequeño tamaño de los órganos de tu perro o gato, en
comparación con los tuyos, es fácil ver que no necesita estar expuesto a
demasiadas sustancias extrañas para que su carga tóxica sea demasiado difícil
de controlar.
Los órganos del cuerpo comienzan a desgastarse cuando se necesitan
demasiado de ellos, durante mucho tiempo. Cuando los órganos purificantes de tu
mascota no pueden seguir el ritmo de la carga tóxica, por la razón que sea, su
cuerpo intentará eliminar los desechos de otra forma – como a través de la piel
o las membranas mucosas.
Frecuentemente, la picazón, piel escamosa, ojos llorosos o moqueo
nasal y heces cubiertas de mucosa son un intento del cuerpo para ayudar al
hígado y a los riñones a eliminar las toxinas y otros irritantes. Las
condiciones crónicas como la picazón e irritación de la piel, infecciones de
los oídos y trastornos en el tracto gastrointestinal (comúnmente, vómitos
intermitentes, diarrea o deposición suelta) a menudo son signos de una
acumulación de toxinas con la que el cuerpo de tu mascota ya no puede lidiar. Cuando
todos los sistemas de eliminación de desechos fallan o son inadecuados y el
cuerpo de tu mascota se ve abrumado por las toxinas, comienzan a desarrollarse
condiciones de salud serias.
Factores Que Contribuyen a la Carga Tóxica de Tu Mascota
Hay muchas fuentes de toxinas con el potencial de acumularse
dentro de tu mascota. Tres de los mayores agresores son:
- Las toxinas ambientales que se encuentran en el interior y en el exterior. Por ejemplo, el aire contaminado del interior del hogar, limpiadores caseros con sustancias químicas, pesticidas, herbicidas y fertilizantes.
- Las vacunas y otros medicamentos, además de los preventivos contra las pulgas, garrapatas y los parásitos del corazón.
- Los alimentos procesados para mascotas que contienen ingredientes alergénicos, como granos y otros carbohidratos, conservadores y otras sustancias químicas; alimentarlo con una sola fuente de proteína todos los días, durante un periodo largo de tiempo.
Algo que todas estas toxinas tienen en común es que nosotros, como
padres de una mascota, somos completamente responsables de la cantidad de ellas
a las que están expuestos nuestros queridos compañeros.
Tu perro o gato vive en el suelo, así que recibe una gran dosis de
lo que sea que haya debajo de sus pies, ya sea el residuo de un limpiador o una
aplicación reciente de eliminador de maleza.
Si cada año llevas a tu mascota para la repetición de sus vacunas,
como muchos veterinarios tradicionales y otros practicantes veterinarios aún
recomiendan – y si, durante los meses cálidos le aplicas un preventivo químico
contra las pulgas y garrapatas – es posible que el sistema de tu perro o gato
esté agobiado por los subproductos tóxicos de estas sustancias químicas.
Muchos dueños de mascotas alimentan a su perro o gato con la misma
comida seca para mascotas todos los días durante años. Las mascotas que son
alimentadas de esta manera, tarde o temprano desarrollan sensibilidad a la
única fuente de proteína que contienen estos alimentos y a ciertos ingredientes
alergénicos.
Recomendaciones Para Disminuir la Carga Tóxica de Tu Mascota
- Trata de mantener a tu mascota lejos de las áreas que estén cargadas de pesticidas, herbicidas o fertilizantes.
- No dudes en bañar a tu perro regularmente, especialmente si tiene irritación en la piel. Al bañarlo, eliminas todos los alérgenos, en conjunto con cualquier sustancia química y otras moléculas extrañas que podrían estar en su pelaje.
- Mejora el ambiente interior de tu mascota al prohibir fumar dentro de tu casa y oficina, y usa productos de limpieza no tóxicos.
- Bríndale agua para beber pura, limpia y de alta calidad a tu perro o gato. No debería contener fluoruro, metales pesados u otros contaminantes.
- No sometas a tu mascota a las vacunas repetitivas o a medicamentos innecesarios de cualquier tipo, ni siquiera a los dos que son más a menudo recetados en exceso en la medicina veterinaria, los antibióticos y los esteroides.
- Usa preventivos químicos contra plagas y parásitos únicamente si son absolutamente necesarios y durante el tiempo mínimo para proteger a tu mascota. Dale una alimentación balanceada, apropiada para su especie, preferiblemente cruda, ya sea casera o comercial. Es extremadamente importante rotar la fuente de proteína que tu mascota consume e igualmente importante es limitar o eliminar los granos de su alimentación.
- El movimiento físico promueve la evacuación regular, la cual elimina los desechos del cuerpo a través de la orina y las heces. El ejercicio también estimula la circulación de la sangre y el tránsito de la linfa, para que las toxinas lleguen eficientemente al hígado y a los riñones para su procesamiento.
Por
la Dra. Becker
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